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La producción de energía fotovoltaica a través de comunidades energéticas puede dar cobertura al 59,4% de la demanda eléctrica de los sectores doméstico y terciario en España en el año 2030, según las conclusiones de la investigación ‘Energía comunitaria: el potencial de las comunidades energéticas en el Estado español’, llevada a cabo por la organización Amigos de la Tierra -de la que forma parte Sapiens Energía-. El informe detalla que, con este modelo, se lograría un recorte de las emisiones a la atmósfera de 12,36 millones de toneladas de CO2 -«cantidad equivalente a viajar de la Tierra al Sol 433 veces»-.

Estos dos grupos de consumidores suponen el 62% de la demanda total de energía eléctrica en España. Entre los años 1990 y 2008, el consumo de electricidad en territorio español se duplicó y, a partir de ese momento, se ha estabilizado. Sin embargo, y a pesar de que nuestro país reúne las condiciones climatológicas, conocimientos y recursos técnicos para ser una de las primeras potencias en producción y consumo de energía renovable, las trabas legislativas y burocráticas impuestas en los últimos ejercicios han impedido que este escenario se materialice.

Con este punto de partida, y ante el vuelco estratégico en objetivos, políticas y planes de acción, marcado por las agendas y compromisos internacionales y la normativa europea, así como la puesta en marcha de mecanismos de apoyo a su implantación, Amigos de la Tierra plantea un objetivo de autoproducción de energía fotovoltaica en tejados y cubiertas para 2030 de, al menos, «el 50% del potencial total identificado, es decir, 46.486,5 GWh».

Con este modelo, se avanzaría hacia una transición ecológica viable tanto económica como social y ambientalmente, basada en energías renovables descentralizadas y que promueven una participación ciudadana real, con impactos sociales y medioambientales positivos en el territorio.

Esta evolución se basaría, en todo caso, en proyectos adaptados a cada municipio rural o urbano, «según los recursos con los que cuenta cada territorio y a su contexto medioambiental y social».

El gran potencial del ‘mix’ renovable

La investigación de la organización va un paso más allá y analiza el potencial de generación de energía en aquellos municipios urbanos en los que, además de las instalaciones fotovoltaicas, se puede recurrir a la producción con «biomasa a pequeña escala y mini-eólica, en un mix diseñado en función de los recursos con los que cuenta cada municipio».

Con esta fórmula conjunta, se estima que «se podrían llegar a producir, para el año 2030, en torno a 148.610 GWh totales», lo que equivaldría «a más de la mitad de la demanda eléctrica de sectores no energéticos prevista por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, y casi a la totalidad del consumo residencial y terciario, estimado en 156.608 GWh», según las cifras recogidas en el estudio.

Con la implementación de este mix energético apoyado en comunidades energética, y considerando el impacto provocado a lo largo de la vida de los componentes, «se podrían ahorrar más de 17 millones de toneladas de CO2 equivalente al año, lo mismo que dar la vuelta a la Tierra en coche 7,2 millones de veces».

La investigación ha tenido en cuenta la totalidad de municipios de España, con un escenario de 8.245 comunidades energéticas, una por municipio en 7.886 poblaciones, y 1,4 en 347, considerados municipios urbanos.

En términos económicos, el despliegue a larga escala de comunidades energéticas supondría «una inversión total de 98.389 millones de euros», que generarían a familias, empresas y entidades públicas «un total de 9.855 millones de euros en ahorros cada año, debido a la reducción de energía importada de la red, y 5.762 millones de euros más en ingresos, resultante de la venta de excedente de energía», estiman los expertos que han participado en la investigación.

Escenario ideal: 100% renovables en 2040

Amigos de la Tierra detalla que el PNIEC marca para 2030 un objetivo de generación eléctrica basada en energías renovables de un 74%, «una cifra insuficiente de cara a actuar ante a la emergencia climática. En este escenario es urgente alcanzar un sistema eléctrico 100% renovable para el año 2030, así como alcanzar el 100% de energías de origen renovable en el consumo de energía final para el año 2040».

Para conseguir estos objetivos, los expertos que han trabajado junto a la organización consideran que «es necesario contemplar la planificación y participación de la ciudadanía a través de sub-objetivos vinculantes. La falta de estos está dando lugar a una transición energética una vez más dominada por el oligopolio energético», advierten.

“Las comunidades energéticas son la pieza clave para acelerar una transición ecológica justa, aumentar la resiliencia de las comunidades de cara a la crisis climática y luchar contra la pobreza energética. Desde Amigos de la Tierra instamos a las administraciones a establecer un objetivo del 40% del potencial total identificado de energía generada mediante comunidades energéticas, es decir, 59.444 GWh, para 2030, y del 50% para energía fotovoltaica en tejados y cubiertas, 46.486,5 GWh”, señala Cristina Alonso Saavedra, responsable de Justicia climática y energía de Amigos de la Tierra.

«Impulsar la participación ciudadana en el sector energético es clave para que la transición energética sea justa y no esté sólo teñida de verde», concluye el estudio.