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Iniciativas ciudadanas comunitarias, organizaciones, ayuntamientos, universidades y profesionales del sector de todo el territorio nacional lanzamos hoy la Coalición por la Energía Comunitaria, para asegurar que el proceso de transición energética hacia un futuro 100% renovable al que España se enfrenta cuente con el papel protagonista de la ciudadanía y los agentes locales.

La democratización del sector energético es indispensable para alcanzar objetivos ambiciosos, tanto de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, como de implantación de energías renovables en la geografía española en términos de justicia social. Por este motivo, nace la Coalición por la Energía Comunitaria para impulsar un cambio del modelo energético en manos de la ciudadanía. Los precios abusivos que está alcanzado la luz durante estos meses son una muestra más de la inequidad del sistema eléctrico y energético actual.

Entre los miembros de la Coalición por la Energía Comunitaria, nos encontramos AeioLuz, Amigos de la Tierra, los Ayuntamiento de Cádiz y San Juan del Puerto, Comunidad Energética del Río Monachil, Ecounion, el Instituto Internacional de Derecho y Medioambiente, MUTI, el Observatorio Eólico de Galicia, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, Som Energia, la Xarxa per la Sobirania Energètica, personas investigadoras y docentes de la Universidad Politécnica de Madrid y Sapiens Energía.

En estos momentos, el Gobierno sigue tramitando el obligado proceso de trasposición de las Directivas sobre energía renovable (RED II, 2018/2001) y sobre el mercado de la electricidad (EMD, 2019/944), a pesar de que el plazo dado por la Unión Europea finalizó hace meses. Las organizaciones denunciamos esta tardanza, así como la falta de consideración ante el papel crucial que desempeña la energía comunitaria, obstaculizada por el tradicional modelo oligopólico del sector energético español, el cual está paralizando una transición energética social y medioambientalmente justa y transformadora.

Principales medidas

La Coalición por la Energía Comunitaria se ha creado para asegurar la democratización del sector energético a través de la participación activa y protagonista de la ciudadanía, entidades públicas locales y PYMEs. Entre las principales medidas, la Coalición reclama al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico:

  • Medidas urgentes para asegurar un futuro 100% renovable y libre de combustibles fósiles y energía nuclear.
  • El derecho de la ciudadanía a producir, almacenar, intercambiar, vender y gestionar energía renovable de manera individual y colectiva.
  • La implementación de un marco regulatorio que promueva comunidades de energía, facilite su acceso al mercado y la adhesión de la ciudadanía
  • La definición y monitorización de objetivos concretos en cuanto a la capacidad instalada por prosumidores y comunidades energéticas a nivel nacional, autonómico y municipal.
  • Un impulso a la reducción del consumo energético de todos los sectores y la aplicación de medidas de eficiencia energética.
  • Asegurar una transición energética justa, priorizando la participación de los sectores más vulnerables y que se encuentran infrarrepresentados en el sector energético, y prestando especial atención a las zonas rurales.

Propuestas concretas

Desde la Coalición ya hemos comenzado a desarrollar nuestra actividad, a través de propuestas concretas, entre las que se destacamos:

  • El seguimiento de la trasposición de las directivas a la legislación española, para asegurar, entre otras cosas, una correcta definición de los términos “comunidades de energías renovables” y “comunidades ciudadanas de energía”, que garanticen una participación mayoritaria de la ciudadanía y de pequeños actores locales.
  • El impulso de la voz de la ciudadanía para que las personas responsables políticas tomen las decisiones adecuadas para asegurar una transición ecológica justa.
  • La promoción de proyectos energéticos de cariz local y público, enfocados a abordar las necesidades socioeconómicas y ambientales locales, basados en una membresía voluntaria y abierta, controlada democráticamente y con una participación económica justa y equitativa para cada persona.
  • El intercambio de buenas prácticas entre iniciativas de energía comunitaria de todo el territorio.