Potries es uno de los primeros municipios de la Comunitat Valenciana en recibir el sello ‘Mi Sol’, creado por la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), para distinguir a las localidades que “se comprometen con la sostenibilidad y que fomentan el autoconsumo de energías renovables, tanto en edificios públicos como para los hogares de su ciudadanía”. Entre las iniciativas más recientes, y que tendrá mayor impacto directo en sus habitantes, está la creación de una Comunidad de Energías Renovables (CER),la primera de un municipio de La Safor, con la que acerca el modelo de autoconsumo colectivo a todas los hogares y pymes interesados.
Potries ha puesto en marcha estrategias y acciones orientadas a la mejora de su eficiencia energética y a incrementar su sostenibilidad, como la integración de un sistema de monitorización en tiempo real del consumo energético en edificios públicos; bonificaciones fiscales para los usuarios que opten por el autoconsumo fotovoltaico -de hasta el 95% en el IBI y recortes en el ICIO-, y la instalación de contadores inteligentes en la red de agua potable del municipio.
La primera instalación de energía solar de la Comunidad Energética Local de Potries se ubica sobre el techo del colegio público Mondúver-Safor. Cuenta con 29,16 kWp de potencia máxima instalada y dará suministro a una veintena de usuarios -entre hogares, pymes e instalaciones municipales-. Para la puesta en marcha de este nuevo proyecto, cuenta con el apoyo de Sapiens Energía -cooperativa especializada en el diseño, construcción y gestión de comunidades energéticas- y la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace).
Está previsto que se construyen otras instalaciones de producción, en sucesivas fases.
“Más allá de los beneficios ambientales y sociales, la apuesta por la creación de una CEL responde al interés del gobierno municipal por avanzar en el camino de la soberanía energética. Las energías limpias son necesarias para garantizar nuestro futuro y, en ese sentido, la energía fotovoltaica resulta imprescindible para lograr un municipio más sostenible y resiliente. El cambio de paradigma no admite demoras y, por eso, desde el Ayuntamiento impulsamos la creación de la primera CEL de un municipio de la Safor”, subraya Assumpta Domínguez, alcaldesa de Potries.
Participación y co-creación inclusiva
La comunidad energética de renovables abre a todas las personas y pymes interesadas la posibilidad de participar, de forma colaborativa y democrática. Este modelo de autoconsumo colectivo permite mejorar la eficiencia, reducir los costes energéticos de edificios y equipamientos públicos y de los usuarios privados -con ahorros medios desde el primer día de entre el 20% y el 40%-, dinamizar la economía local y avanzar en los objetivos de descarbonización -reduciendo las emisiones de CO2 a la atmósfera- y de mejora del bienestar y salud de las personas. Las placas solares tienen una vida útil de más de 25 años.
La comunidad energética se construye y gestiona con un proceso participativo, abierto a las personas y entidades del municipio interesadas en implicarse. En el caso de Potries, se han llevado a cabo varias sesiones de sensibilización, participación y cocreación, en materias como ahorro energético, autoconsumo y gobernanza, facilitadas por Sapiens Energía.
“La constitución de una comunidad energética no solo permite recortar la factura de la electricidad, sino ayudar a los hogares, pymes y a los servicios municipales a reducir sus consumos y a ser más eficientes. El proceso incluye información, formación y participación activa de las personas. Además, cada uno de los usuarios tendrá acceso directo a sus consumos, a través de un cuadro de visualización. Con consejos y buenas prácticas, pueden cambiar sus antiguos hábitos, maximizando de este modo la eficiencia, el consumo de energía verde y reduciendo al máximo sus costes”, detalla Juan Sacri, presidente de Sapiens Energía.
La Comunitat Valenciana es líder en la implantación de comunidades de energías (CER) en España, gracias a la apuesta de la Generalitat. Su máximo exponente es el ‘Plan de Fomento de las Comunidades Energéticas Locales’ de la Conselleria de Economía Sostenible, que plantea que todos los municipios (542) tengan, al menos, una comunidad energética en 2030. Entre las medidas concretas, está la línea de ayudas a comunidades energéticas del IVACE.