Quizás has oído hablar de la energía renovable y no renovable y, sin embargo, no tengas muy clara cuál es la diferencia entre ambas y qué impacto pueden tener en nuestro planeta y en nuestras vidas.
La principal diferencia entre la energía renovable y no renovable es que las renovables provienen de fuentes naturales, son inagotables a priori y se regeneran por medios naturales. Las no renovables provienen de combustibles nucleares o fósiles y son limitadas en la naturaleza.
Panorama actual de la energía renovable y no renovable
Las energías renovables son las que tienen como fuente inagotable la naturaleza y, además, contaminan menos en el proceso de producción. Su uso es sostenible con el paneta y la encontramos en grandes cantidades.
Las energías renovables más conocidas son:
- La energía solar fotovoltaica, la que utilizamos en Sapiens
- La energía eólica, cuya fuente natural es el viento
- La energía geotermal, es decir, aquella que proviene del calor interior de la tierra
- La energía hidráulica, es decir, la energía proveniente del agua.
- La biomasa
Un claro ejemplo del uso de energía solar fotovoltaica es el que hacemos en Sapiens. En los próximos meses empezamos con la Comunidad Energética de Albalat dels Sorells y allí los socios van a disfrutar de la electricad que produzca el sol en las cubiertas fotovoltaicas instaladas.
Las no renovables son las que clásicamente se utilizan pese a que se encuentran únicamente en determinadas zonas del planeta y su extracción haya estado ligada, históricamente, a intereses económicos y políticos.
Las energías no renovables, son las que más contaminan y suponen un 80 % de la energía mundial actual.
Las principales energías no renovables son:
- El carbón
- El petróleo
- El gas natural
- La energía nuclear o atómica
¿Son todas las energías renovables energías limpias?
Pues aunque a priori pueda parecer que energías renovables y energías limpias sean lo mismo no siempre es así. La energía limpia es aquella que produce cero residuos y cero emisiones de CO2 a la atmósfera. Son las consideradas ecológicas.
Un claro ejemplo de ello es la energía de biomasa donde su fuente de energía son los desechos de la agricultura (los huesos de las aceituna, las cáscaras de frutos secos..) convertidos a madera como pellets o serrín. Sin embargo, y pese a no emplear combustibles fósiles, se obtiene quemándola y la acción de la quema sí emitiría gases y por tanto, no entraría en la consideración de energía limpia.
Energía solar fotovoltaica: renovable y limpia
El sol es fuente inagotable de energía, renovable y gratuita. La tecnología fotovoltaica es la que convierte la energía solar en energía eléctrica a través de las instalaciones fotovoltaicas.
Además, la instalación del equipo solar es cada vez menor y más optimizada. Por lo que resulta cada vez más habitual, encontrarse con grandes instalaciones, casas y comunidades de vecinos con placas fotovoltaicas y huertos solares.
La energía solar fotovoltaica no contamina, se capta directamente de las radiaciones solares y su mantenimiento es cada vez más sencillo.
Actualmente ya es posible instalarnos energía solar fotovoltaica en nuestras casas, prescindir de las grandes eléctricas y empezar a consumir energía verde y limpia. Las comunidades energéticas son una gran alternativa tanto para el ciudadanos como para el medio ambiente.