Últimamente escuchamos con frecuencia el término comunidad energética, en ocasiones usado con acierto y otras no tanto. En el post de hoy vamos a intentar desgranar el significado y el potencial que tienen las comunidades energéticas para poner #laenergiaenmanosdelagente.
¿Qué es una comunidad energética?
Una comunidad energética es un nuevo modo de generar, usar y gestionar la energía a nivel local a través de la cooperación de diferentes agentes (ciudadanía, administración local y pymes) que contribuye a la creación de un sistema energético descentralizado, justo, eficiente y colaborativo.

Además, es una nueva figura jurídica que está empezando a jugar un papel fundamental en la necesaria transición energética para la lucha contra el cambio climático. Y es que, a día de hoy el consumo de energía representa alrededor del 60% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. De ahí que la ONU lo haya incluido como uno de los Objetivos prioritarios a nivel mundial dentro de la Agenda 2030, Objetivo de Desarrollo Sostenible 7: Energía Asequible y no contaminante .
¿Cuáles son las principales actividades que desarrolla una comunidad energética?
Las actividades principales con impacto social y medioambiental que puede desarrollar una comunidad energética son:
- Generación de energía renovable: autoconsumo compartido y plantas de generación colectivas.
- Distribución de la energía: gestión y mantenimiento de cableado, transformadores, etc.
- Suministro de energía: a través de la compra conjunta de energía 100% renovable en el mercado mayorista de electricidad.
- Intercambio de energía entre particulares “peer to peer”.
- Agregación de energía: ofrece servicios de flexibilidad y balance de la red al operador del sistema (REE) y las distribuidoras.
- Almacenamiento compartido de energía.
- Prestación de servicios de eficiencia energética: para vecinos, comercios e industria local paguen lo justo y necesario en su factura.
- Prestación de servicios de recarga para vehículos eléctricos.
¿Cómo funciona una comunidad energética?
Lo primero es que funciona de manera democrática. La comunidad de energía es una iniciativa de un grupo de actores y nace con la creación de una entidad jurídica, por ejemplo una cooperativa, sociedad limitada, asociación, etc. No olvidemos que el fin principal de la comunidad energética es generar beneficios sociales y medioambientales en el entorno donde desarrolla su actividad. En cuanto al tema “rentabilidad económica” la directiva europea de energías renovables expresa claramente que “no busca obtener ganancias financieras con los servicios que presta a los socios de la Comunidad”, por tanto hablaremos de un modelo de sostenibilidad y no de rentabilidad.
“El Mundo necesita más impacto positivo sobre el medio ambiente y las personas frente a la rentabilidad económica, hablemos de sostenibilidad”
Juan Sacri, presidente de Sapiens Energia
La primera acción y la más sencilla es que los socios de la Comunidad Local de Energía hagan la contratación colectiva de sus suministros al igual que participar de instalaciones de autoconsumo compartido en su municipio, comunidad de vecinos, polígono industrial o urbanización para conseguir ahorros a través de la contratación de energía verde y la generación colectiva de energía renovable de proximidad y asequible.
¿Cómo pasar a ser una comunidad energética verde?
Primero pensemos en que cada uno de nosotros produce la energía renovable que necesita. Seguro que hay momentos, periodos durante el día en los que no estás en casa. Imagina que tienes una pequeña instalación fotovoltaica en tu casa, comunidad de propietarios o el tejado del polideportivo municipal y que lo que produjeras durante esas horas pudiese ser utilizado por otras familias o usuarios. Entrarías a formar parte, del que nos parece tan lejano, del mercado local de energía a través de la comunidad energética. En el momento en que otros utilizan la energía que tu produces generas un saldo, que utilizas cuando tu necesitas y no eres capaz de producir. Y no te preocupes, puedes mantener tu comercializadora de energía verde de origen 100% renovable, para garantizar que siempre tendrás energía a tu alcance. ¿Cómo te suena?
“Desde Sapiens Energia impulsamos el modelo de Comunidades Energéticas Locales porque pensamos que es la mejor fórmula para impulsar la transición energética y democratizar el sector de la energía. Además, lo hacemos con la gente local”
Juan Sacri – Cofundador y presidente de Sapiens Energia
Un poco sobre cifras de autoconsumo compartido
Para empezar, un autoconsumo compartido no es una comunidad energética, puede ser parte de ella. Por ejemplo, uno de los proyectos que vamos a poner en marcha en las próximas semanas, consiste en una instalación de autoconsumo compartido de de 5,4 kWp (32,4 m2) para 2 viviendas adosadas, las típicas casas de pueblo. La inversión son 6.500€ aproximadamente (con IVA) y a estas dos familias el autoconsumo les va a producir un ahorro económico en la factura de 50,5€/mes/familia. Y, ¿cuánto tardan en amortizar la instalación de autoconsumo compartido? Fácil entre 5-6 años produciendo un ahorro económico de más de 15.000€ en los 25 años de vida útil de la instalación.
Por ello, desde Sapiens Energía hemos creado la entidad jurídica sin ánimo de lucro para impulsar el modelo de Comunidades de energía locales, por varios motivos:
- Reducir las emisiones de CO2 para alcanzar los objetivos definidos en el Acuerdo de París, mitigando el incremento en la temperatura.
- Democratizar el sector energético, promoviendo un precio más justo, facilitando la participación de los usuarios en el mercado eléctrico.
- Acompañar el desarrollo de la comunidades locales en las que se implementa a través de la creación de empleo y favoreciendo una mayor redistribución de los recursos económicos.
- Facilitar el uso y la producción de energía verde, de proximidad y la soberanía energética como clama nuestro lema “la energía en manos de la gente”.
- Impulsar un uso eficiente de la energía, la más económica y menos contaminante es la que no usamos.
- Acompañar la creación de comunidades colaborativas que optimicen el uso de los recursos escasos, que se conviertan en referentes de hábitos de vida sostenibles y sirvan de fuente de inspiración para que otros quieran replicar el modelo maximizando el impacto positivo.
- Implementar nuevos modelos de gobernanza, con colaboración público-privada y ciudadana demostrando que son viables, eficientes, sostenibles económicamente y maximizan el impacto social, económico y ambiental.
Oportunidades y Retos de las comunidades de energía
OPORTUNIDADES | RETOS |
Reducir entre un 30%-50% el gasto energético a través del contrato de energía verde, la eficiencia energética y el autoconsumo compartido. | Conseguir que la gente quiera activarse para luchar contra el cambio climático y preservar un ambiente saludable. |
Reducir la huella de carbono (emisiones de CO2) derivadas del uso de energía | La colaboración de los distintos agentes a nivel municipal. Necesitamos generar espacios de reflexión conjuntas que deriven en estrategias comunes y alineadas donde se escuchen todas las voces. |
Democratizar el sistema energético, dejar de depender de las grandes eléctricas. | Cambiar de un sistema centralizado donde somos puros consumidores a convertirnos en prosumidores bajo un paraguas común, la Comunidad Energética. |
Ser parte activa del cambio e impulsar una innovación responsable | La falta de conocimiento y confianza en el sector energético por parte de la ciudadanía. |
Papel y legalidad de las comunidades de energía
A día de hoy en España la figura de comunidad local de energía aún no está reconocida, aunque sabemos que el ministerio de transición ecológica está trabajando en ello. La Comisión Europea ya hizo su trabajo de definición en la directiva 2018/2001, aquí os compartimos la definición de comunidad de energías renovables:
Unos meses después, la Comisión europea aprobó la directiva de mercado interior de electricidad, en la que se recoge la definición de comunidad ciudadana de energía:
Si leéis en detalle ambas definiciones, en ambas se habla de entidades jurídicas que priman los beneficios sociales y medioambientales frente a los económicos, esto no quiere decir que no tengan que ser sostenibles. Otro de las características es la participación voluntaria y abierta, que está controlada por accionistas o miembros que sean personas físicas, autoridades locales o empresas. ¿Y las grandes eléctricas? Con ellas no se cuenta, aquí es donde tenemos la ventana de oportunidad la ciudadanía para tomar el control y apostar por otro modelo.
El agregador de la demanda como figura clave en las comunidades energéticas
Entendemos que la comunidad energética ciudadana o de energías renovables, tiene la capacidad de ser un agente activo en el mercado eléctrico a través de la figura del agregador de demanda energética. El agregador es una figura que agrupa a los distintos agentes del sistema eléctrico, por ejemplo, consumidores, prosumidores , mini productores, almacenadores de energía con baterías, puntos de recarga de vehículos eléctricos, o cualquier combinación de éstos, para actuar como una sola entidad y participar en el mercado eléctrico (tanto mayorista como minorista) o vender servicios al operador del sistema (REE) o servicios de balance a las distribuidoras de energía a nivel local. Este nuevo agente, será quien represente a los distintos actores en el mercado eléctrico con un interés común, pagar lo mínimo por la energía que se utiliza.
El agregador de demanda, a través de la recepción de señales de precio del operador del sistema, ayudará a una mayor integración de las energías renovables en la red inyectando energía de sus recursos distribuidos (almacenamiento) o reduciendo la demanda energética de la comunidad. De esta manera maximizaremos el uso de la energía cuando se produce, reduciendo de esta manera la contaminación y la dependencia de los combustibles fósiles.
Casos de éxito de comunidades energéticas
Comunidad local de energía de Freiburg (Alemania)
Friburgo, una ciudad de unas 220.000 personas y 155 km2 de tierra, se encuentra en la esquina suroeste de Alemania, al borde de la Selva Negra y cerca de las fronteras con Francia y Suiza.
Con su gran comunidad académica, Friburgo fue una de las primeras fortalezas del Movimiento Verde en la década de 1970 y se promueve como una ciudad verde, especialmente en las áreas de transporte, energía, gestión de residuos, conservación de tierras y economía verde.
La ciudad cuenta con una instalación de 445 kW de energía fotovoltaica. Lo que supone una producción cuatro veces superior a la energía que los vecinos de la ciudad usan en un año.
Uno de los elementos clave para poder llegar a ser un “positive energy block” pasa por hacer un diseño y una construcción que favorece la eficiencia energética, por ejemplo el bioclimatismo y el aislamiento térmico. Esto hace que se ahorren 200 mil litros de petróleo, y hasta de 500 toneladas de CO2 al año .
Además se utilizan de utilizar materiales sostenibles en la construcción, los vecinos utilizan un sistema de car sharing, aunque principalmente aunque mayoritariamente es posible moverse a pie, o bien en bicicleta, éstos dos últimos los más sostenibles sin duda.
Comunidad local de energía de Brooklyn
También encontramos otro ejemplo al otro lado del océano, en Brooklyn. En Brooklyn se encuentra el proyecto Brooklyn microgrid, donde en varias viviendas y edificios terciarios del barrio se han instalado placas fotovoltaicas para generar electricidad, creando una micro-red entre todos los vecinos.
En este caso los vecinos intercambian energía con sus vecinos utilizando blockchain, es decir, hacen transacciones de energía entre ellos sin que interfiera ningún intermediario, regulando así la energía que usa cada uno de ellos y intercambiando aquella que no utilizan. Además este proyecto abre la puerta a que en cualquier ciudad del mundo se puede crear una comunidad de energía.
COMPTEM
Es una iniciativa de proximidad promovida por la cooperativa Enercoop en Crevillent. El proyecto está empezando a dar los primeros pasos. La compañía eléctrica fomentará las instalaciones de autoconsumo en edificios públicos y privados, pondrá a disposición de sus socios una APP para optimizar al máximo su consumo y abaratar así sus facturas eléctricas, y dispondrá paneles digitales en edificios y lugares públicos con la información energética del municipio.
Comparativa
Freiburg | Brooklyn | Enercoop | Sapiens | |
Microred | sí | sí | sí | sí |
Generación de energía principalmente procedente de fuentes renovables | sí | sí | sí | sí |
Distribución de energía | no | sí | sí | no |
Suministro de energía verde | sí | sí | sí | sí |
Agregación de energía, | sí | sí | sí* | sí* |
Almacenamiento de energía | sí | sí | sí | sí |
Prestación de servicios de eficiencia energética | sí | sí | sí | sí |
Prestación de servicios de recarga para vehículos eléctricos o de otros servicios energéticos | sí | sí | sí | sí |
Gestión de la comercializadora | no | no | sí | sí |
Acción social en el territorio | sí | sí | sí | sí |
Financiación colectiva de Instalaciones | sí | sí | sí | sí |
*sí: la figura del agregador de demanda no está reconocida por la legislación Española aún.
Conclusiones
- El objetivo principal de una comunidad energética es ofrecer beneficios medioambientales y sociales a los socios/as y la el municipio/os en la que desarrollan las actividades.
- Las comunidades de energía son una oportunidad excelente para formar parte de una transición energética hacia un modelo más justo, minimice el impacto al medio ambiente.
- Las comunidades de energía son la oportunidad de tomar un rol activo en la manera que producimos y usamos la energía pasando de un modelo centralizado (gran eléctrica) a uno descentralizado (cooperativa).
- Las comunidades de energía renovable van a ser un agente importante en la mitigación del cambio climático y la reducción de gases contaminantes.
Si al leer este post te ha gustado lo que has leído y te gustaría pasar a la acción, nos gustaría saber de ti porque la Comunidad Energética la construimos juntos y en equipo!